En el proceso antes de abrir al
público por primera vez, diseñar una buena estrategia no es nada fácil. El lugar elegido tiene una importancia vital, pues allí será donde
se desarrollen todas las relaciones comerciales entre tu empresa y tus posibles clientes.
Por ello, definir tu negocio, tus productos y los objetivos prioritarios de tu empresa es fundamental antes de empezar.
Por ello, definir tu negocio, tus productos y los objetivos prioritarios de tu empresa es fundamental antes de empezar.
El local, la ubicación, el
tamaño, la disposición de los productos, la decoración, la actividad que se
genere en su interior, la imagen de marca... Muchos son los factores que
determinan toda esta estrategia que podrá marcar un aprovechamiento óptimo de
un espacio físico, aún cuanto el costo del mismo sea elevado.
Para que diseñes esta estrategia, es necesario que respondas cuatro preguntas básicas.
Se honesto contigo mismo.
Para que diseñes esta estrategia, es necesario que respondas cuatro preguntas básicas.
Se honesto contigo mismo.
- ¿Cuál es mi empresa y qué quiero comunicar a través de ella?
- ¿Quién es mi competencia y cómo puedo diferenciarme?
- ¿A quién me dirijo? ¿Cómo es mi cliente y cuál es su comportamiento en la compra?
- ¿Cuál es el valor añadido fundamental que quiero transmitir sobre la empresa, marca o productos?
Junto a estas cuatro, te debes
preguntar también por los productos que quieres vender y por qué,
cuál será la organización del espacio con el que cuentas y cómo debe ser el proceso de compra ideal de acuerdo al público al
que te diriges.
Toma en cuenta lo siguiente:
- El producto: Elige los artículos definitivos que serán exhibidos, observa la disposición de tu espacio y coloca tus productos "estrella" en un lugar donde puedan atraer la atención.
- Ubicación y posicionamiento: Para ello, hay que analizar cuál es tu mercado principal (no tiene sentido abrir una tienda de ropa de niño en una zona claramente envejecida) y la competencia a la que te enfrentarás, pues de esta forma recibirás pistas sobre la propuesta de valor que has de hacer en el establecimiento para diferenciarte.
- Organización interna: Para ello hay que hacerse una pregunta clave: ¿Cuál es el recorrido que debe hacer el cliente por la tienda para cumplir los objetivos de la empresa
- Comunicación: El escaparate (tu mostrador) es uno de los elementos fundamentales y la forma de comunicar a través de él será decisiva.
- Precios: Analiza y plantea una buena política de precios dentro de cada tipo de producto, analizando a la competencia; la forma de mostrarlos en el establecimiento, y las posibles ofertas.
- Marca e imagen corporativa: He aquí uno de los grandes retos: conseguir que un espacio físico no sea algo impersonal y que transmita poco. El nombre de la tienda, el logotipo, el diseño... Todo cuenta.
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